Chica Underground

Joder vaya momento para que se atranquen las tuberías de la pila. Llamaría al ex de Marta, normalmente suelo hacerlo cuando necesito que me hagan una chapucilla en casa. Yo que sé, el filtro de la lavadora, los cerrojos, o incluso cuando me sirvo de él para que me lleve a Ikea. Esa gente sólo vale para eso. Llamadme clasista si queréis pero una mujer independiente, como yo, no puede dejar que le vean con un tío de barrio o algo así. No si quiere moverse con la gente más fashion de la ciudad o conseguir estar en la lista de los bares más cool del momento.
El problema es que por fin lo han dejado. El muy mamón se fue con otra. Yo ya le avise de que no era trigo limpio, un tío del extraradio, no la trataba bien, le prohibía cosas del estilo: venirse de juerga conmigo a buscar algún otro, meterse en páginas de contactos o negar su relación. Era un estúpido. Pero todo hay que decirlo para este momento sería ideal poder llamarle. Mi cocina está encharcada.

Podría pedirle a mi padre que me hiciera una transferencia y así poder llamar a un fontanero, si, pero que entre en mi casa un tío con un mono azul lleno de grasa...No sé que podría pensar mi vecino de enfrente. Puede que sea gay, pero como todo el mundo sabe hoy en día lo más es tener un amigo marica y él es ideal, no quiero que se crea que meto a cualquiera en mi casa. Por otra parte no creo que papá quiera darme más dinero este mes, no si no voy a verle. Hace años que no piso su casa, pero, cómo decirlo sin que penséis que soy una snob (por supuesto que no lo soy), hace años se mudo a un pueblo de Cuenca. Allí huele mal. Como a campo y animales y todas esas guarradas de pueblerinos, no me acercaría allí ni aunque tuviera la casa inundada. Además este mes, ya me ingresó bastante dinero para mi viaje a Hong-Kong, ¿o es a Bali?, no es que importe mucho. Después de todo lo importante de viajar no es dónde vas, si no poder contarlo luego en voz alta para que la gente te mire con los ojos abiertos como platos y se mueran por dentro de la envidia.

La última opción sería el pagafantas de anoche. Acaba de bajar a la calle. Supongo que a subirme el desayuno. Pobre inutil. Le conocí ayer en Stardust, se veía a la legua que no era un tipo interesante, no llevaba tatuajes, ni piercings. Pero no paraba de ir al baño, así que le pedí a Marta que me lo presentara. Una tía tan independiente como yo tiene que pasar inadvertida ante los hombres hasta el momento clave. Es del barrio de Salamanca(eso me interesó), abogado. Evidentemente no tendría nada serio con él, no es artista. No sé un Dj, un fotógrafo, un camello, cualquiera con el que pueda ir a exposiciones y fiestas sin pagar y que, además, me invite a cocaína. No es que sea una comebolsas, es que para tener glamour hay que ponerse hasta las patas y, vaya, siempre hay algún idiota dispuesto a invitar a una chica tan espectacular como yo. Además, corrígeme si me equivoco, los tíos harían cualquier cosa por terminar una noche encamados con cualquiera y, bueno, si pueden elegir.
El caso es que no para de salir agua, vete a saber si es un atasco, una fuga o qué sé yo. Soy una señorita, ya tengo bastante con saber por dónde y con quién moverme. No tengo por qué saber hacer ese tipo de tareas. Además me duele la cabeza. A ver si sube este inutil con el desayuno. Hace ya que bajó. Seguro que se esta poniendo a escondidas. Desagradecido asqueroso, todos los hombres son iguales. No hay que darles tregua.

El panorama en la cocina está tipo casadepobre, no sólo está hecha un asco por el guateque revival que hubo ayer en mi casa. Mi compañera de piso. ¡Qué tía!. Sus amigos son un poco odiosos, bueno más que odiosos son, no sé, de Mostoles. Joder vivimos en malasaña. Esa gente no debería entrar en casa. Ya lo hablaré con ella. Porque la cocina, además, acumula como un dedo de agua por todo el suelo.
Y este dolor de cabeza. Necesito Ibuprofeno. Llamaré al capullo a ver dónde anda y que se acerqué a una farmacia. Hay una en la esquina. Debe estar abierta.

No encuentro mi móvil, última generación por supuesto. Llamaré desde el fijo.

El mamón lo tiene apagado. No aguanto este dolor de cabeza. Me voy a la cama. Alguien se encargará de la cocina. Lo mejor en estos casos es dejarlo pasar hasta que aparezca algún primo que arregle el destrozo. Esto sólo se aprende después de muchos años de vida independiente. Mujeres al poder jijiji.

¡Qué coño ha pasado en mi habitación!. Maldito capullo. Mi ordenador. Mi móvil. Joder, ¡mi dinero!. Dios parece que hasta se ha meado en mis sábanas. Y qué coño es esto....Clamoxil y bolsitas. Menudo estafador.

Hostia puta. No debería usar estas palabras. ¿Qué hago ahora?. La puta de Marta lo sabía. Fue ella quién me lo presentó. Ahora mismo la llamo. Es su culpa. Ahora no tendrá más remedio que llamar a su ex para que arregle lo que quiera Dios que le pase a la cocina. ¿Amigas?. ¡Qué coño amigas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario