La patata mecánica

¿Y ahora qué? ¿Eh?

Oh hermanos, que gran pregunta. ¿Y ahora qué? Porque una vez tracubamos en esta tortura no somos drugos. Somos mendrugos. Mendrugos de quijotera vacia. Hemos de dejar en el slut la ultraviolencia para más tarde. Pero yo digo, oh queridos hermanos, digo ¿por qué hemos de facerlo? Digo ¿De que bogos sirve?. Mis queridos mendrugos, vosotros lo sabeís, sois medrugos pero tambien sois drugos. Y, hermanos, aunque yo sea el líder, la quijotera pensante, no podré facer nada sin la ayuda de mis drugos.

Si si si. No nos analguemos más en sus pisllas y cerremos los velgos. No no no.
Porque si besoneamos de algo lo cogemos, oh hermanos, sabeís que tengo razón. Como facen todos ellos peremos cogerlo. No seais como esos pelgos con corbata y esas pisiltis con trajes de imitación a feda que creen ser mordos viejos de toda la putavida. Ellos tambien son mendrugos, pero no drugos. No no no. Ellos sólo son mendrugos sin axones. Cojamos para nosotros las ablas de estos mordos. Son nuestras. Ellos solo las foderen porque las videaron antes o porque fascistearon a otro para mantarselo. Esas ablas son nuestras tanto como suyas.

¿Por qué dejar en el slut la ultraviolencia? Hermanos no hay razón. ¿O es que quereis una putavida tan ralente como la de vuestra querida eme y vuestro benerado pe? No no no. Mis queridos mendrugos. No la quereis. Y si os orejeais un casco e inventais un boncre cada vez que digitaleaís un nuevo filio ya faceis algo. Y si os disfratais de camarçon y meteís los colgantes en la sopa de los sufrientes tambien faceis algo. Y si dispensaís manduca cadusada faceis mucho más de lo que pereís pero no es suficiente. No hermanos. Porque aun así estaís saldeando vuestro tic tac tic tac. Y ya sabeís, hermanos, Dios prefiere al hombre que elige hacer el mal, antes que al hombre que es obligado a hacer el bien. Si, hermanos, es así de cristalino, como el agua de un manantial.
Es cierto cierto cierto que no sois malchicos sólo por eso. No os purupeis. Para ser un malchico como yo mismo, mis queridos hermanos, face falta mucho sudor y torobajo. No vale con embeberse de moloco y cancrillos en el Korova. Lo sé, el mundo no puede estar lleno de gente como yo. No hermanos.

Para ser un malchico, queridos hermanos, hay que portear la ultraviolencia encima y mostrala en nuestras litsas debemos infundir peskor allá donde festemos. Si si si. Un metesaca rápido a una tilsti en un callejón. Bien bien bien. Un trango de aspakara bien dado a la altura del pum pum. Bien bien bien. Un buen dengo de un libroso de biblio. Bien bien bien.
Pero, hermanos, no podemos estorar ahí. No
Fascisteemos a los mordos. Si si si. Póngamos la novena de Ludwing Van bien bolche en sus domos. Si si si. Hágamos un buen metesaca con sus debochcas ante sus vidros. Si si si. No queneramos sus ablas, aunque sean nuestras. No no no. Queremos verlos chlicar, chlicar chlicar. Juas juas juas. ¿Y ahora qué? ¿Eh?. ¿Y ahora qué?
Ahora si malchicos, ahora si. Vamos por buen sendero. Estercoleemos sus persas. Y jironeemos a sus primojamines. Si si si. Donde más forode. Juas juas juas. Tu me forodes. Yo te forodo. Vidrio por vidrio. Y por qué, hermanos, ¿por qué?. Porque nos gusta. Si si si estos mordos no facen ningún por eso mismo. Si si si tenedlo claro, mis drugos. Su esclavajo para algodoneros no dignifica a ningún de vosotros. No no no. Pero después de ésto ¿cómo os videais? Ajajá plentios ¿eh? Si si si. Más forteses. Si si si. ¿Y ellos?. Hermanos mios, ellos no perucan.

Después de ésto, mis queridos hermanos, ya son mismos que nosotros. Si si si. Mendrugos de quijotera vacía. Si si si. Porque sabeís, mis queridos hermanos, el dinero no lo es todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario